Yo nunca creí en el destino, pero todas las mañanas cuando abría los ojos y escuchaba mi corazón latir sentía que aún tenía algo importante que hacer en este mundo, creo que no debería decir que mi corazón porque sabía que no era mío pero estaba agradecida porque gracias a él estaba viva; después de unos meses del accidente mi vida había vuelto a la normalidad a acepción claro de que mi novio me había dejado y yo en realidad no había tenido la valentía de reiniciar una nueva relación, sentía que me faltaba alguien pero no sabía porque aún no estaba preparada; terminé de prepararme, tomé un sorbo de mi jugo y salí corriendo ya iba tarde bueno siempre llegaba tarde y mi trabajo siempre era muy pesado, era la asistente del coordinador de eventos en una agencia de modelos. Después de un largo día lo único que quería era regresar a mi casa y descansar pero recordé que la despensa se me había acabado y decidí pasar por el centro comercial, estaba esperando que la luz me diera paso para cruzar la calle, de pronto sentí que algo me empujaba directo a la calle, caí de rodillas al piso viendo únicamente la luz que venía directo a mí, cerré los ojos no sabía lo que pasaría pero era evidente que no era nada bueno. Todo paso tan rápido, luego de ver la luz sentí como unas manos me levantaron y caímos en la acera, me habían salvado ¿Pero quién?
Cuando abrí los ojos vi su rostro, unos de los rostros más bellos que había visto en mi vida, su semblante denotaba ternura, y tenía una sonrisa que no nunca podré olvidar, instantáneamente mi corazón comenzó a latir muy fuerte.
— ¿Estás bien? —dijo.
— Yo… yo… —respondí sin mucha suerte.
— ¿Te duele el corazón? Es que lo presionas con mucha fuerza, vamos levántate —volvió a decir.
Tocarme el corazón con las manos era una reacción que me había nacido después del accidente, quizá se debiera al temor de perderlo nuevamente, él me ayudó a levantarme y caminamos hacia un parque cerca de allí donde nos sentamos en una banca.
— ¿Te encuentras mejor ahora?
Parecía que no, y es que no sabía porque mi corazón reaccionaba así, tal vez era por el susto que me había llevado minutos antes pero no dejaba de latir fuertemente.
— Sí estoy bien, gracias me salvaste la vida, ¿Cómo puedo agradecerte?
— No te preocupes sé que estás bien y con eso basta, esas personas son tan imprudentes —respondió algo serio, después me tendió la mano—. Yo soy Changmin pero puedes decirme min y ¿Tú eres…?
— ¡Oh me llamo Saraí pero puedes decime Sony! —Respondí con algo de inseguridad.
Después nos despedimos y nos fuimos en direcciones diferentes, mientras caminaba de regreso a casa no dejaba de pensar en él, en su rostro, su voz, todo pero también pensaba porque había reaccionado de esa manera, quería creer lo que ya había pensado antes, que aquellos latidos se debían sólo al susto; me dirigí a casa más rápido ya que era tarde y para colmo con todo lo que había pasado no había comprado nada, no tenía nada que comer así que sólo me fui directo a la cama.
Al día siguiente el trabajo sería un poco cargado ya que tendríamos la visita de un cantante muy famoso que haría un comercial y nuestras instalaciones eran las mejores para eso, bueno en realidad no me importaba mucho de quien se tratara no era fan de la música, no tenía tiempo y con los estudios era peor, pero cuando lo vi entrar mi corazón empezó a latir fuertemente, para mi sorpresa se trataba de él, de Min, por alguna razón no pude quitarle la vista de encima y Min en cambio no me vio.
— ¡Saraí que te pasa! —Me dijo algo molesto el coordinador.
— Lo siento — respondí sin más.
— Quiero los horarios ahora —me ordenó el coordinador.
— Claro ahora mismo.
Llegué a la oficina y traté de controlarme, mi corazón me estaba jugando una broma, porque cuando lo veía a él mi corazón se descontrolaba, después de calmarme un poco regresé donde los demás, entonces lo vi acercase en mi dirección.
— Tú eres la chica de ayer ¿Cierto? —Dijo.
— Si… si —respondí.
— ¿Estás bien?
Esa pregunta se había vuelto frecuente pero tal vez era una manera en que pudiéramos entablar una conversación.
— Si mucho mejor.
Escuchamos que lo llamaban para retomar la grabación.
— Ya tengo que ir de nuevo a grabar —susurró.
— Está bien —respondí sonriente.
— ¿Quizá al finalizar todo esto quieras ir a tomar un café conmigo?
¿Qué había sido eso, había escuchado bien, él me estaba invitado? Lo único que salió de mi boca y estoy segura que no sentí cuando le dije un claro si.
Al final del día él había engañado a la prensa que lo esperaba afuera haciéndoles creer que iba en la limosina, mientras me esperaba en la puerta de atrás.
— Sube —dijo para que entrara al auto y así lo hice, sin decir nada.
— A veces necesito un descanso de la prensa y todo eso —Comenzó a decirme.
— Es muy cansado ¿Cierto? —Pregunté.
— Claro pero me gusta.
— Sé de un lugar muy discreto —dije después de escuchar su respuesta.
En todo el trayecto al sitio me sentí muy bien, platicamos como si nos conociéramos de tiempo; llegamos y como siempre no habían muchos personas, además normalmente era visitado por extranjeros que no conocían de él, así que en realidad si era un lugar discreto. Platicamos de mi trabajo de su trabajo de muchas cosas, reímos y pasamos un buen rato.
— Sabes me la paso muy bien contigo —Me dijo.
— Yo también.
Él sonrió, yo no pude dejar de mirarlo por un largo tiempo, creo que el si se dio cuenta y volvió a reír nuevamente, luego reaccioné y me levanté para ir al tocador, en el baño pensé que había algo extraño en todo eso, tal vez no extraño pero si increíble, primero ¿Cómo creer que una persona como él me invitara a mí? y segundo ¿Por qué mi corazón latía de nuevo de esa manera?, porque si ahí estaba yo con Min; me vi al espejo y no sé porque pero me toque en el pecho donde tenía la cicatriz, suspiré y regresé a la mesa, luego nos retiramos.
Llegando a mi casa, el amablemente me abrió la puerta del carro y tocaba despedirnos, yo sonreía y el también, parecíamos dos tontos ahí parados, entonces no sé cómo sucedió creo que vi su sonrisa de nuevo y algo dentro de mi me impulsó.
Yo había empezado todo, yo que siempre fui muy tímida en esas cosas, y creo que esa fue una de las razones por las que mi ex novio me había dejado, el decía que yo era una mujer insegura y que necesitaba aventurarme, pero con Min era diferente mi corazón me lo pedía y yo también, desde hace tiempo acostumbraba a separa mi yo y mi corazón como si fuéramos dos, ni si quiera dudé, parecía que eso era lo que yo quería desde el primer momento en que lo había visto.
Me acerqué poco a poco a él, lo vi a los ojos, debo decir que me paré de puntas porque el era mas alto que yo, lo tomé por el rostro y lo acerqué a mí, él pareció no ser indiferente porque no se negó y siguió, rodeó mi cintura con sus brazos y yo puse los míos en su cuello, cerré los ojos y cuando nuestros labios se tocaron sentí que lo necesitaba, que ya conocía sus besos desde hacia tiempo; el beso duró mucho tiempo que ni siquiera sentí, porque hubiera preferido quedarme ahí para siempre… nuevamente abrí los ojos y ahí estaba yo frente a él, entonces me elevó de la cintura levemente e invirtió los papeles, ahora él era el que me miraba desde abajo y mis pies estaba en el aire, era como un sueño del que no quería despertar, y nuevamente nos besamos, luego de otro lapso de tiempo…
Reaccioné y él me soltó, no sabía qué hacer así que me di vuelta muy rápido y entré corriendo a la casa.
La puerta sonó y me senté en la mesa de la cocina, era como si algo dentro de mi me hiciera hacerlo aunque en realidad yo también me sentí muy bien, estaba confundida, algo no estaba bien eso ya me lo había repetido varias veces, pero no hice mucho caso tal vez en realidad si fue amor a primera vista y él era el hombre de mi vida. ¿Era posible que él un artista famoso se fijará en mí? me cuestioné, una simple empleada que no tenía nada, sin duda habían muchas chicas mejores.
Esa noche decidí conocerlo más y saber su historia, algo me decía que tenía que hacerlo, el presentimiento aquel, tenía que saber que era, así que tomé la computadora y entré a internet tenía que saber quién era él y sus intereses.
Cuando puse su nombre en el buscador mucha información salió pero algo captó mi atención, un titular
“Hi Jin novia del famoso cantante Shim Changmin muere en accidente de tren”
Vi la fecha y no podía creerlo… entonces seguí leyendo, el lugar era el mismo del accidente en el que yo casi muero, será que había una conexión en eso o era sólo una coincidencia. De golpe cerré la computadora, no quería ver, en ese momento una idea vino a mi mente una idea que me preocupaba… ¿Podría yo tener el corazón de esa chica? algo me decía que tenía que leer más, así que la volví a abrir y seguí leyendo, al parecer no decía nada de un trasplante pero si decía que ella había muerto de camino al hospital y que ya no tenía salvación.
—Y si en verdad tengo su corazón —me dije— ¡No! —reaccione moviendo la cabeza.
Pensé y pensé…
—Pudo haber sido otra persona la donadora —dije en voz baja como si alguien me escuchara.
Pero de lo que si estaba segura era que el donador era una persona que también había muerto en el mismo accidente porque lo había escuchado de la voz del doctor cuando creyó que estaba dormida en el hospital.
Me tranquilicé pero luego seguí pensando que pasaría al otro día con Min, tal vez le llamaría disculpándome por lo de ese beso, con suerte me disculparía o tal vez me diría que también a él le había encantado… ¿Pero qué estaba pensando? Tal vez sólo me había invitado porque quería ser mi amigo y yo lo había arruinado todo besándolo, aunque él no fue indiferente, de lo que si estaba segura era que yo si sentía algo muy fuerte por él; pero en ese momento sólo necesitaba dormir así que me metí a la cama y soñé con su rostro.
Antes de que sonará el despertado sonó el teléfono, pensé que era mi jefe solía hacerlo a veces porque sabía que siempre llegaba tarde.
— Si jefe ya voy juro que esta vez no llegaré tarde —dije algo adormilada.
Inmediatamente colgué y seguí durmiendo… pero escuché de nuevo sonar el teléfono.
— Y ahora ¿Qué? —dije algo molesta.
— Sólo quería saber cómo estabas —dijo la voz del otro lado de la línea.
Sin duda esa voz no era la de mi jefe, era una voz que creí reconocer y de inmediato me levanté.
— ¡Oh, lo siento!, ¿Quién habla? —pregunté.
— ¡Oh! Soy fácil de olvidar, pero si anoche tú y yo…
Mi corazón otra vez empezó a latir fuerte y a pesar de que él no me veía me puse roja como un tomate.
—¿Min eres tú? —pregunté.
—Si el único —respondió con tono bromista.
—Lo de anoche yo… yo no quise hacerlo… es que —dije nuevamente con mucha pena.
—¿No quisiste hacerlo? Lo siento entonces —dijo.
—Bueno no quise decir eso es que yo… bueno es que lo que dije antes no era, ahhhh.
—Mejor despierta desayuna y no llegues tarde, luego te llamaré, que tengas un bien día —dijo muy tierno.
Colgó, me levanté y esa mañana llegué temprano, él sin duda había hecho un cambio en mi vida a tan sólo unos días de conocerlo. Sin embargo aún tenía mucha curiosidad, luego del trabajo estaba decidida a ir al hospital necesitaba saber la verdad, pero en ese momento no estaba consciente de que saber eso implicaría muchas cosas, cosas que tal vez me dolerían, de pronto vi que Min estaba parado ahí en la puerta de atrás.
— ¿A dónde vas? —preguntó.
— A mi casa —respondí.
Mentí porque no podía decirle a donde me dirigía.
—Te llevó —dijo con una sonrisa.
—Está bien.
No tenía otra opción así que entré al auto, no dije nada pero él notó que algo pasaba.
— ¿Qué pasa? –preguntó.
— No nada —respondí.
—Tú tienes algo —dijo nuevamente.
— ¿De qué hablas? —Dije desentendiéndome.
— ¿Por qué estás así?
— No sé de hablas —le dije tratando de no verlo.
— No finjas algo pasa ¿Cierto? —dijo ya molesto.
Entonces paró el carro de golpe.
— ¿Te diste cuenta que lo de ayer fue un error?
— ¡No! —Dije con mucha seguridad.
— Porque para mí no fue molesto, es mas fue muy agradable —dijo nuevamente.
— Es sólo hoy no es mi día —volví a decir con un poco de timidez.
— ¿Paso algo malo? —dijo algo dudoso
— Nada, no es nada no te preocupes —dije algo triste.
— Puedo ayudarte no te ves bien —dijo nuevamente.
— No te preocupes, todo estará bien —respondí sonriendo.
— Entonces no te llevaré a tu casa acompáñame quiero que conozcas a alguien.
— ¿Alguien? ¿Quién? – pregunté muy interesada
— Ya lo sabrás
Pronto llegamos a su casa.
— ¿Esta es tu…? —dije un poco nerviosa.
— Sí, bájate ven, entra —dijo muy relajado.
El abrió la puerta y algo vino directo a mí tirándome al piso. Ahí estaba yo tapándome la cara evitando que me llenara de baba, sí ¡Era un perro! Uno hermoso peludito simpático.
— Mandungui ¡Déjala, basta! —dijo evitando reír.
No era demasiado grande pero me asuste así que mientras me hice para atrás me caí, Min lo alejó de mí y me levanté, lo único que pude hacer fue reírme.
— A él quería que conocieras —dijo sonriendo
— ¿Es tu perro? —pregunté.
— Sí, se llama Mandungui
— Es lindo —dije mientras lo acariciaba.
Parecía muy amigable, además siempre me gustaron los perros.
— Es lindo —dije nuevamente.
Observé su casa, era increíble, nos sentamos a la mesa y me pregunto si quería algo de tomar, asentí y me sirvió un jugo mientras conversábamos.
— Sabes algo
— ¿Qué? —respondí casi inmediatamente.
— Es raro, Mandungui no suele comportarse así.
— ¿Y como suele comportarse? –dije muy intrigada.
— Parece que le simpatizas, el no quiere a las chicas siempre les ladra y se comporta mal; bueno menos con una persona —río— es por eso que nunca traigo chicas ni amigas a la casa.
— Eso quiere decir que las llevabas a otro lado ehh —dije fingiendo estar molesta por el comentario—. Es en serio —volví a preguntar.
— Claro —dijo.
El solo rió y en ese momento Mandungui puso su pata en mis piernas y me movía la cabeza algo raro, entonces de la nada me acerqué a él y toqué mi nariz con su nariz.
Min me miró raro y yo supuse que lo que había hecho estuvo mal.
— ¿Por qué hiciste eso? —dijo algo impresionado.
— ¿Eh… está mal? – pregunté.
— No es sólo que —dijo.
Se levantó de la mesa, parecía indispuesto, no sabía que había hecho pero parecía que quería que me fuera, me levanté y caminé tras él.
— ¿Por qué estas así? – le dije.
— No es nada – respondió.
— Estás seguro —volví a preguntar.
— Sí, te dije que sí —dijo molesto.
— Ok está bien, creo que me voy porque parece que algo te molesto… lo siento, gracias por el jugo y por… bye —dije algo dolida.
Así que tomé mi bolsa y salí muy rápido, espera al menos déjame llevarte escuché a lo lejos mientras caminaba rápido. No sabía qué era lo que le había molestado pero lo mejor fue irme.
Esa noche sólo pensaba en todo y en que no imaginaba como terminaría, y en que tenía que ir al hospital. Al día siguiente esperaba que el llamara en la mañana como lo había hecho antes pero no llamó, todo el día estaba atenta por si sonaba el teléfono pero nada, luego del trabajo, me dirigí al hospital.
Mientras iba de camino sonó el teléfono, casi inmediatamente lo tomé, y ahí estaba su nombre en la pantalla “Min”, lo único que necesitaba durante todo el día era escuchar su voz preguntando por mi así que contesté casi inmediatamente pero luego me di cuenta de mi error.
— ¿Soy yo donde estas? ¿Podemos vernos?
Hubo un gran silencio.
— ¿Saraí estás ahí? —escuché.
— Sí —contesté.
— ¿Podemos hablar? —dijo nuevamente.
— Estoy de camino a una agencia, ya sabes el trabajo, cuando llegue a casa te llamaré.
Inmediatamente le colgué no era buena mintiendo, menos a él y en esa situación temía que si seguía hablando me podía delatar a mí misma, yo si quería verlo pero él no debía saber a dónde me dirigía.
Hablé con el doctor y como lo esperaba me dijo que esa información era confidencial, el era mi medico desde el accidente, así que además de nuestra relación médico-paciente éramos amigos, le prometí que no diría nada, que eso no iba a inferir en mi vida persona cosa que por supuesto no era verdad, le dije que sólo quería agradecer a la familia de una forma anónima, que si no me lo decía mí conciencia no estaría tranquila; luego de no darme por vencida, me dio los resultados… salí del consultorio y en el pasillo tomé el sobre, estaba a punto de abrirlo, pero tenía miedo, necesitaba estar en la casa para abrirlo.
Me dirigí a la casa muy pensativa y nerviosa, llegando lo vi, ahí estaba Min en la puerta esperándome.
— Siento lo de ayer —dijo esperando una respuesta positiva.
Verlo ahí esperando y buscándome era todo lo que yo quería, porque me había dado cuenta que lo amaba.
—Yo lo siento creo que hice algo que no debí y te molestaste —le respondí.
— Sí, te explicaré no es por ti, ven siéntame acá conmigo.
Me senté junto a él en la puerta de la casa.
— Es que tú… no sé cómo decirlo… no quiero que lo interpretes mal… cuando hiciste eso de tocar la nariz de Mandungui me recordaste a una persona, ella hacía exactamente lo mismo y además él no te ladró era como si te conociera…pero… eso ya es pasado —dijo.
Yo sabía a quién se refería y tenía que preguntar
— ¿Te recuerdo a quién? – dije algo temerosa.
— A una persona que amé mucho —su semblante era triste.
— Te recordé a Hi Jin verdad —dije ya sintiéndome mal.
— ¿Cómo lo sabes? – me respondió impresionado
Yo únicamente me levanté no podía mas, ahora casi estaba segura que podía ser verdad la idea que surgió aquella noche, por todas las cosas que habían pasado, por todas las coincidencias y ahora solo necesita confírmalo.
— Me siento mal quiero descansar —dije casi llorando
— ¡Espera! ¡Saraí! —me gritó.
Entré corriendo y luego vi por la ventana, tal vez me vio muy mal que prefirió dejarme descansar y se fue, sabía que era el momento de la verdad; no quería abrirla pero tenía que hacerlo, así que poco a poco abrí el sobre.
Y vi su nombre… “Hi Jin” mis ojos se llenaron de lágrimas, era el nombre de esa chica, si era verdad, el corazón que yo tenía era de ella, inmediatamente las lágrimas cayeron por mis mejillas, ella me había salvado la vida, pero también ella era la ex novia de Min.
Entonces entendí todo, el corazón de ella al verlo latía fuerte, me cuestioné entonces si podía ser eso posible nunca escuche casos así; pero yo también lo quería, yo como Saraí lo quería, de eso estaba muy segura.
Mi cabeza de se llenó de confusión, ¿Tenía o no que decirle la verdad? yo lo amaba pero el tenia derecho a saberlo, si no le decía me sentiría mal por ocultarle la verdad, no hubiera podido vivir así, pero si le decía él podría nuevamente pensar en ella y no amarme a mí por ser quien soy…
¿Amarme? Hablaba como si ya me lo hubiera dicho; me di cuenta que era muy tarde y a pesar de todo lo que había pasado al día siguiente tenía que ir a trabajar, así que me dormí no quería pensar más en eso.
A la mañana siguiente llegue temprano, no quería afrontar las cosas pero en realidad tenía que hacerlo así que esa misma noche al salir del trabajo tenía que hablar con él, tomé el celular y con mucha indecisión marqué su número.
— Soy yo Saraí, ¿Tienes tiempo, podemos hablar?
Luego de colgar me dirigí al parque donde me llevó cuando me salvó la vida… el ya estaba ahí, me acerqué y me senté a su lado pero no dije nada, hubo un gran silencio entre los dos.
— Lo siento – dijimos los dos al mismo tiempo.
— Tú primero – volvimos a decir los dos.
— Habla tú primero —me dijo.
— Yo… sólo quiero que me digas algo… ¿Qué significo para ti? – dije con valentía.
— No sé si me creas pero te lo digo sincero Yo Te Amo —dijo sin dudarlo
En verdad eso era lo que quería escuchar
— Lo siento creo que no debí haber dicho lo de Hi Jin ayer, en serio que eso ya es pasado es simplemente que forma parte de mis recuerdos. Pero yo te quiero a ti volvió a decir— te voy a decir quién es ella.
— Sé quien es —dije.
— ¿Cómo? Sabes quién es ella, a claro por las noticias, siempre hablan de ello —dijo— pero no te preocupes ella estará siempre en mi corazón como un recuerdo nada más porque ahora te amo solo a ti.
— Se puede sentir eso en tan pocos días de habernos conocido —le pregunté.
—Claro eso es lo que siento —me respondió.
No quise darle la cara.
— Quise encontrar una respuesta a todo esto, el que podamos hablar por horas, que nos llevemos tan bien en poco tiempo y el que cuando te besé me sentí tan bien, pero creo que fue un error encontrar la respuesta.
— ¿De qué hablas? —dijo no entendiendo lo que decía.
No sé como tuve la valentía de decirlo pero lo dije.
— Hace seis meses tuve un accidente y estuve a punto de morir, pero una persona muy especial me dio su corazón, gracias a ella estoy viva.
— No sabía —dijo aún sin comprender la conexión.
— Tu novia… ella me dio su corazón —le dije casi llorando.
Su cara cambio, estaba confundido… me miró.
— ¿El corazón… su corazón? El corazón de Hi Jin te lo dieron a ti —dijo como si no lo creyera.
— Sí, su corazón vive en mi cuerpo, —bajé la cabeza y seguí llorando— pero… pero yo también te quiero no sólo por el corazón de ella que está en mi. Quiero que me digas, si me amas por mí no por el corazón de ella.
El estaba asombrado, suspiró y dijo.
— Nunca me lo hubiera imaginado, su corazón está aquí —dijo señalando mi pecho donde tenía la cicatriz— Yo no sabía que tu tenias el corazón de Hi Jin, y el conocerte, el beso y todo lo que ya te dije antes sucedió mientras no lo sabía, entonces… piénsalo te lo volveré a repetir, yo Te Amo.
Yo lloraba mientras él continuaba hablando.
— Si tienes el corazón de ella, es porque era tu destino y tenias que estar viva.
El se acerco a mí, limpio mis lágrimas con sus manos y me abrazo muy fuerte.
— ¿Quieres que te diga algo? —dijo.
— ¿Qué? —respondí.
— Antes de que Hi Jin muriera me dijo algo… algo que no comprendí, es más no quería aceptarlo pero hoy estando aquí contigo lo comprendí, ella tenía razón.
Flash back
— Haberte conocido fue lo mejor que me pudo haber pasado en esta vida, pero ya no puedo estar más aquí, entendí algo… yo no soy tu destino, yo te amo pero ahora que voy a morir quiere decir que no soy la persona que estará contigo por siempre, encontrarás a esa persona pronto, se feliz con ella, amala como me amaste a mí, amala más que a mí, pero quiero que recuerdes que yo siempre estaré cuidándote, yo haré que sean felices, te amo.
Fin del flash back
— Lo que me dijo era cierto, tú no moriste en ese accidente ¿Sabes por qué? —me dijo muy seguro.
— ¿Por qué? — pregunté.
— Porque tenías que vivir y estar aquí conmigo, y ella era la persona indicada para darte el corazón, esta es otra razón por la cual le agradezco.
Aún no se lo había dicho, a pesar de que él me lo había repetido varias veces ya, así que le dije.
— Te Amo.
— Yo también Te Amo.
Dijo mientras se acercaba a mí, me besaba y la lluvia empezó a caer sobre nosotros, desde ese momento creí en el destino, él me amaba y yo a él y el hecho de que aún estuviera viva me hacia agradecer por todo, había encontrado mi camino.
Aún ahora después de tanto estamos juntos y yo se que tendré un final feliz; es más ya lo tengo.
FIN
Escrito: Sonata Kim
Revisión: Hazuki Jung
aaahhh que lindo fick... me encantó *o*, mucho más que eso...
ResponderEliminaraaahhh el corazón, que lindo... Changmin lo amo...
Leí y viví todo el fick con mucha ilusión... me imaginé toda la historia...
se ha convertido en uno de mis fick favoritos...
Gracias por escribirlo, me has devuelto la ilusión de los ficks n_n
Atte.:Tannya - Tatita
Que bonito, no se si soy muy sentimental, pero medio por llorar.
ResponderEliminar